Las alhóndigas de la Nueva España
Por Luis Alberto Vargas
Cuando los mexicanos escuchamos el término alhóndiga, inmediatamente completamos con de Granaditas y recordamos al Pípila, ese personaje guanajuatense quien se colocó una loza de piedra en la espalda para protegerse de las armas virreinales, acercarse a la puerta e incendiarla. Así facilitó la entrada de aquellos a quienes solemos llamar los insurgentes. Sin embargo, es menos sabido qué fueron realmente las alhóndigas, cuál fue su función y el por qué su diseño arquitectónico.
Para responder estas preguntas debemos situarnos en el contexto de la vida de la Nueva España. Como ocurre hoy, las semillas de maíz y trigo eran productos básicos para la dieta: el maíz para la mayoría y el trigo para quienes consumían pan. Por lo tanto debían estar siempre disponibles y en cantidad suficiente. Para ello debemos considerar que las cosechas variaban en su cantidad y calidad de acuerdo con las condiciones especiales y temporales de la naturaleza (…).
El artículo completo se publicó en la revista Cuadernos de Nutrición, Vol. 40, No. 1, Periodo Enero- Febrero 2017, páginas 23-24.